Los escorpiones tienen una película fina y transparente en la capa más
externa de su esqueleto llamada cutícula. Esta cutícula contiene una
proteína fluorescente que brilla con luz ultravioleta. Después de que el
escorpión mude su esqueleto, es blando y brilla poco. Después de que el
escorpión mude su esqueleto, este es blando y brilla poco. Cuando el
tejido hialino se endurece brilla más. Incluso después de cientos de
millones de años, cuando las demás capas de la cutícula se pierden, la
capa hialina permanece, fosilizada en la roca, y aún brilla. Entre los
componentes químicos que permiten esta fluorescencia está la
β-Carbolina.
Se desconoce si esta capacidad tiene alguna utilidad o es simplemente una característica inocua de su esqueleto.
Fuente: http://www.thedailyleopard.com/
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